En España, los salarios de la mayor parte de la población se encuentran estancados y el precio de la vivienda continúa en constante crecimiento, lo que constriñe a las familias a pedir mayores hipotecas y, por tanto, dedicar una mayor parte de los ingresos a pagarlas.
COMPRAR UNA VIVIENDA SE HA CONVERTIDO EN UNA UTOPÍA
Una encuesta realizada a potenciales compradores de viviendas, nos revela que ha crecido el número de personas que dicen requerir más del 50% de sus ingresos para pagar una vivienda.
Los precios de las casas continúan creciendo y los sueldos congelados. El resultado de la ecuación no es muy alentador para aquellos que quieren comprar, significa pedir hipotecas más altas y, tener que invertir un porcentaje de los ingresos en pagarlas.
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De nuevo los jóvenes son los protagonistas del segmento más vulnerable de nuestro país, solo el 31,1% de los entrevistados decía requerir menos del 30% de los ingresos a pagar la hipoteca. La mayoría de los jóvenes tiene salarios bajos y situaciones laborales poco seguras y, teniendo que pagar un alquiler, o cuentan con un importante respaldo familiar o la compra de una casa se convierte en un sueño inalcanzable.
Los niveles están creciendo, hasta rozar casi la insostenibilidad, respecto del nivel de renta necesario para pagar una hipoteca. Si bien se contrarresta con que parece que el aumento de los precios, lleva aparejado una mayor accesibilidad a financiación, pero eso también puede crear problemas a largo plazo, por imposibilidad de hacer frente a hipotecas estratosféricas.
Al estar las rentas estancadas, los presupuestos que tienen los españoles para la compra de viviendas no crecen al mismo ritmo que los precios, lo que está suponiendo que las nuevas generaciones no puedan vivir en las zonas donde han crecido.
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de la Redacción