¿Qué son las asociaciones de consumidores?
Se trata de asociaciones privadas dedicadas a la defensa exclusiva de los derechos de los consumidores y usuarios.
Esta labor, viene desempeñada a través de distintos mecanismos, que van desde la publicación de artículos y noticias, asesoramiento y consultas, hasta la representación legal y defensa de sus socios en el ámbito judicial.
Para poder encuadrar bien la función de este tipo de asociaciones, lo primero que debemos conocer es ¿qué se entiende por consumidor?, o dicho de otra manera, ¿a quién van dirigidas o a quién tutelan este tipo de asociaciones?
Nuestra ley y nuestros tribunales consideran consumidores o usuarios a las personas físicas o jurídicas que compran, utilizan o disfrutan como destinatario final un producto o servicio de cualquier naturaleza, excluyendo a aquellos que no lo adquieren como destinatarios finales, es decir, todo aquel que lo adquiere para incorporarlo como parte de su actividad profesional.
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En España contamos con un innumerable elenco de asociaciones dedicadas a la protección de los consumidores y usuarios, si bien existen muchas discrepancias acerca de si su función social debe ser gratuita o no.
¿Asociaciones de consumidores o empresas?
Las asociaciones de consumidores, al ser asociaciones privadas, se deben autofinanciar, por un lado, con ayudas y por otro a través de las cuotas de sus afiliados, lo que indudablemente ha creado muchas críticas, por una gran parte de la sociedad, quién considera que al ser asociaciones “nacidas para luchar por los derechos de los usuarios y ayudarles en momentos críticos”, deberían ofrecer sus servicios de forma completamente altruista, esto es, como auténticos organismos de beneficencia.
La realidad es que el coste medio de afiliación de este tipo de asociaciones es de 35 euros anuales, cantidad irrisoria si tenemos en cuenta el número de servicios ofrecidos por las mismas y, sobre todo si lo comparamos con cualquier sociedad de asesoramiento jurídico. No podemos decir que se trate de sociedades con ánimo de lucro, por el simple hecho de que te pidan ser socio para poder tutelar tus derechos de forma directa.
¿Realmente sirven?
En los últimos años, las asociaciones de consumidores y usuarios han tenido un gran papel en nuestro país, por su incesable lucha contra el gran poder de los bancos, las compañías de telefonía, o las de transportes… llegando a conseguir poner freno a muchas de ellas.
Desde las participaciones preferentes a las cláusulas suelo, a los retrasos o el overbooking de las compañías aéreas, a los contratos de telefonía, portabilidades, etc., son algunas de las victorias de este tipo de asociaciones. En definitiva, las asociaciones y cooperativas de usuarios y consumidores son algunos de los pocos organismos que intentan salvaguardar los intereses de los consumidores.
Por ello, la realidad es que, sí que es posible encuadrarlas como verdaderas asociaciones de beneficencia, a pesar de requerir el pago de la cuota de socio para ciertos servicios personales, dado el gran valor que aportan a nuestra nación, desde la conciencia social y la información que a través de sus blogs facilitan y, por supuesto, teniendo en cuenta que las acciones colectivas interpuestas han ayudado no sólo a sus socios, sino a los españoles en general.
¿Cuál es su valor añadido?
Son organizaciones orientadas y dedicadas a la defensa del consumidor, por lo que conocen perfectamente todo lo relacionado con dicho mundo. Representan a miles de personas, lo que supone un superior poder económico y una mayor influencia, lo que indudablemente se traduce en la obtención de un importante porcentaje de éxito.
Por otro lado, no solo actúan a petición de parte,sino que cuando hay una notoria estafa, actúan de oficio, denunciando directamente lo sucedido ante los tribunales y constituyéndose como parte colectiva, a fin de intentar tutelar los derechos de los consumidores en general.
Por último, su apartado de blogs y noticias es una verdadera biblioteca de prevención, que busca enseñar y concienciar a los consumidores acerca de qué y cómo comprar, con el fin de intentar reducir el abuso de las grandes compañías.
la Redacción
