Manuel tiene ahora 50 años y, también calló en la trampa de las hipotecas multidivisas.
En el año 2007, justo al inicio de la crisis financiera de nuestro país y del estallido de la burbuja inmobiliaria (cuando los bancos ya preveían quasi segura la caída del Euribor y de la cotización del euro), su banco de siempre le ofreció una hipoteca multidivisa, para poder comprar su piso.
Su caso es similar al de la mayor parte de las 60.000 hipotecas multidivisa que aproximadamente fueron suscritas en nuestro país.
“Mi banco de confianza me vendió este tipo de hipoteca, que decían que era la mejor del mercado, al tener una cuota más baja, gracias a los menores tipos de interés de otras divisas y, caí en su trampa", nos cuenta Manuel.
Cometí el “error” de mi vida: buscar una financiación accesible para comprar mi vivienda gracias a un producto “ventajoso”, así como creer en mi banco de toda la vida, velaría por mis intereses.
Por desgracia, este no es un caso aislado, aunque él se sienta culpable, la realidad es que su banco no fue claro con él y se le ocultó mucha información, como las probabilidades reales del producto y, las consecuencias que podía tener. Así, como una promesa de asesoramiento continuo que nunca que nunca llegó por parte de su banco de confianza.
Manuel se vio atado de pies y mano, con una hipoteca que mes a mes crecía en vez de disminuir.
de la Redacción