Una persecución: es en esto en lo que puede convertirse la recuperación del crédito para quien la sufre. 

Sin embargo para la gran mayoría se trata de prácticas ilegítimas,  comenzando por la "lluvia" de llamadas, sms y mensajes publicados en las redes sociales, por no hablar de los seguimientos hata debajo de casa.  

Pero todo esto tiene un nombre: se llama stalking.

¿Cómo defenderse entonces? 

Sólo para comenzar, debes transmitir al cuestor una solicitud de amonestación de la sociedad de recuperación de crédito, desafiándola en seguir adelante con los actos lesivos sobre la integridad moral y psicofísica del deudor mismo. 

Además, es del todo ilícito comunicar a personas que no son los interesados directos información relativa a pagos que faltan.

Por eso es ilícito enviar avisos de vencimiento, así como utilizar llamadas pre-registradas y/o enviar documentos donde se pueda leer en el exterior fórmulas tales como "recuperación de créditos". 

Los funcionarios que se ocupan de la recuperación de crédito, además, no pueden utilizar otros datos, a excepción de aquellos necesarios para continuar el mandato (datos personales, número de identidad, cantidad del crédito, número de teléfono)

Finalmente, cuando la suma se ha recaudado, toda la información debe eliminarse.

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