15.10.2018 10:29

Los tribunales están dando la razón a centenares de usuarios de tarjetas de crédito denominadas 'revolving' por los intereses desorbitados que cobran, en base a una ley promulgada hace más de un siglo, que prohíbe prestar dinero con intereses leoninos y desproporcionados.

USURA LA NUEVA CONDENA E LOS BANCOS

Cuando Pedro contrató la hipoteca con su banco de siempre, le ofrecieron una tarjeta de crédito, que en principio era todo ventajas ya que no tenía cuota anual y además, se podían pagar las cantidades fraccionadas, es decir, a plazos.

Después abrió otra cuenta bancaria y, en este caso, venía directamente aparejada a una tarjeta de crédito, conocida en el mercado como tarjeta revolving.

Por otro lado, como el solía viajar mucho por su trabajo a Barcelona, en su oficina le dieron otra, en este caso vinculada a la aerolínea, que le haría descuento en los vuelos. Prácticamente de la noche a la mañana se encontró con una baraja de crédito.

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Durante los años de la burbuja todo era crédito y felicidad la gente se empeñó mucho y él no sue ninguna excepción. Como el banco le iba aumentando la línea de crédito, él continuaba comprando. Las cuotas las pagaba más pequeñas o más grandes dependiendo de cómo iba el mes. Pasaron los años y, la deuda no disminuía y, se empezó a mosquear, porque ingresaba cantidades de 350 o 400 euros al mes. Sus tres tarjetas tenían un TAE desorbitado, de casi un 30%. Y cuando decidió demandar a su banco, los jueces dijeron que se trataba de usura y recuperó 7.000 euros pagados de intereses y se liberó del contrato.  

En los juzgados mercantiles españoles, se encuentra muy de moda la palabra usura. Los jueces no paran de condenar a los bancos que han ofertado tarjetas revolving basándose en una ley que ya tiene más de 110 años. Con esta ley y la sentencia del Tribunal Supremo de 2015, los juzgados están dando la razón cientos de usuarios, que adquirieron estas tarjetas y, han pagado intereses desorbitados, anulando los contratos de las tarjetas y, obligando a los bancos a devolverles todos los intereses.

El sector bancario se encuentra preocupado ante este fenómeno relativamente nuevo, porque aunque aún es minoritario, está en fuerte crecimiento alentado por los éxitos en los tribunales.

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de la Redacción