EL AGUJERO NEGRO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Durante los últimos años la seguridad social ha utilizado dos vías para limitar el crecimiento del gasto de pensiones. Por un lado, el índice de revalorización aprobado en 2013, que congelaba la subida anual en el 0,25%, pero que ya no está disponible. Y, por otro lado, el recorte de las pensiones de los nuevos jubilados.
SUBE LA PENSIÓN MEDIA, LO QUE ES UN PROBLEMA PARA LA SEGURIDAD SOCIAL
Esta vía no sólo ya no existe, sino que el efecto ha sido contrario, hasta tal punto que en enero la pensión media de los nuevos jubilados subió más de un 6%, lo que supone una gran presión para la seguridad social.
Esto ha generado que las altas de los nuevos jubilados superen en más de 400 euros las bajas, lo que genera una gran presión al alza para las arcas de la seguridad social.
El problema es que parece que las altas en la seguridad social van a seguir aumentando con fuerza.
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Este fue uno de los colectivos más perjudicados con la crisis económica, que provocó que muchos se vieran constreñidos a aceptar una jubilación anticipada, por imposibilidad de encontrar otro empleo.
Otro de los factores es la subida de las pensiones mínimas, que se incrementaron en un 3% a mediados del 2018 y otro 3% en el 2019.
Sin reformas que limiten las cuantías de las nuevas pensiones y con la recuperación de los salarios, las altas de jubilación seguirán incrementándose, por lo que si no encontramos un método alternativo para financiarlas, en muy poco tiempo nuestro sistema de pensiones será absolutamente insostenible.
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de la Redacción