02.02.2022 17:50
Los problemas del mercado de la vivienda derivadas del COVID han provocado a la baja la rentabilidad del alquiler y han disparado la morosidad de los inquilinos, lo que unido al ruido de la futura ley de vivienda dibuja un panorama incierto para el aumento de la oferta.
La pandemia dispara un 66% los impagos en el alquiler
Esta situación ha empujado al 20% de los pequeños propietarios a los que vencía este año el contrato de arrendamiento a poner a la venta sus casas, cuando antes de la pandemia ese porcentaje no superaba el 2%, según datos de la Agencia Negociadora del Alquiler.
Aunque algunos operadores hablan de fase de estabilización, la rentabilidad del alquiler ha caído un 30% desde 2018 para quedar en el 4,5% en la vivienda nueva y el 6% en la de segunda mano (la que concentra la gran mayoría de la oferta).
Si quieres saber si estas en inscrito en Asnef, pulsa aquí »
Caída de la rentabilidad y tendencia a la baja
El informe Rentabilidad del Alquiler 2021, elaborado por Euroval y su Instituto de Análisis Inmobiliario (Instai), explica que el hecho de que los precios del arrendamiento no hayan subido a la par que los de compra está produciendo una contracción de la rentabilidad generalizada, aunque más acusada en la vivienda nueva (hasta cinco años de antigüedad).
Entretanto la COVID provocó que los impagos en los alquileres creciesen un 66,2% en 2020 y alcanzasen cotas de morosidad mayores que en los años más duros de la crisis financiera (2009-2012), cuando los casos se incrementaron un 55,5%.
Así, las comunidades autónomas donde más han crecido los casos de impago en arrendamientos urbanos son, por este orden, Murcia (con un alza del 93,7%), Madrid (80,7%), Cataluña (80%), Andalucía (77%) y Canarias (71,5%). Inmediatamente por debajo de la media nacional se encuentran Castilla-La Mancha (58,6%), Comunidad Valenciana (56,8%) y Aragón (51,4%). Los avances más moderados se dan en Asturias (21,7%), Navarra (24,6%) y Extremadura (28,4%).
Sin embaego, las previsiones indican que 2021 cerrará con unas "variaciones mucho menos acusadas".
Según este informe, los dos mayores mercados residenciales, Madrid y Barcelona, presentan una evolución dispar: desde 2018 en la capital española se ha reducido la rentabilidad del alquiler de vivienda nueva un 33% y en la catalana el 14%.
La desincronización del alza de los precios de la vivienda y de su alquiler es la razón de esa disparidad, ya que la rentabilidad se calcula dividiendo el importe bruto del alquiler (la renta mensual multiplicada por doce meses) entre el precio de la vivienda.
Esto es lo que explica que en muchas ocasiones alquileres altos se correspondan con una baja rentabilidad y viceversa.
También te puede interesar ¿Por qué me han inscrito en un fichero de morosos