01.10.2019 13:07

En el segundo trimestre, la economía española se ralentiza más de lo que se esperaba. El PIB crece una décima menos de lo que tenía esperado el INE, después del ajuste tras la justa subida del primer trimestre.

SE FRENA LA ECONOMÍA ESPAÑOLA

Parece que todas estas revisiones a la baja dibujan una desaceleración aún más fuerte de lo que se preveía tan sólo hace dos meses.

Con un PIB que marcha a ritmos del 0,4% trimestral, se antoja muy difícil que se pueda sumar un 2,2% al cierre de este año. Se trata además del menor avance desde 2014. Aunque la economía española sigue duplicando los crecimientos de la media de la zona euro, por el momento apunta sumar un 1,9% al término de 2019, una puntuación aún alta en el contexto generalizado de bajos crecimientos entre los países desarrollados.

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No obstante, semejantes datos, comienza a ser preocupante el escaso consumo de los hogares y la nula inversión que se han registrado. Si hasta ahora se suponía que la economía española aguantaba gracias a un círculo virtuoso de creación de empleo y en consecuencia mayor consumo, esa dinámica ha encontrado por el momento una pausa. Como consecuencia, la tasa de ahorro se ha disparado después de haber tocado mínimos históricos, alcanzando el 8,7%, dos puntos más que en el trimestre anterior.

En la recuperación el consumo creció más que las rentas, pero este fenómeno ya comenzó a cambiar en 2018, y en 2019 se ha acelerado. Los hogares ahorran más y compran menos, y eso conlleva un crecimiento inferior.

Pese a la incertidumbre global, el crecimiento de la economía española se apoya en la resistencia de las exportaciones, que suman un 1,7% trimestral. Además, las importaciones crecen bastante menos, un 0,9%, lo que permite que la demanda exterior aporte mucho crecimiento.

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de la Redacción